Para materializar impactos efectivos, los grupos activistas deben asegurar una participación que les permita tener la escala esperada, el alcance y la capacidad de generar acciones disruptivas que los posicionen como actores a ser considerados en la toma de decisiones corporativas.
Los activistas promueven sus acciones de tres formas generales:
- Anunciada
- Semi-anunciada
- No anunciada
Cada una busca causar un impacto específico de acuerdo con el objetivo. Por ejemplo, las manifestaciones contra entidades públicas en su mayoría son anunciadas, mientras que las protestas que tienen como objetivo afectar organizaciones privadas tienden a ser semi-anunciadas o no anunciadas.
Si la intención del grupo activista es generar una atención previa mayor y garantizar una amplia participación, publicarán una mayor cantidad detalles en fuentes abiertas con varios días de anticipación a la manifestación. Si el objetivo no es causar una atención previa a gran escala, sino generar un mayor impacto en la afectación de personas, operaciones y activos, el grupo mantendrá los detalles en privado y buscará invertir la menor cantidad de recursos humanos posibles y causar un mayor daño: un buen ejemplo son los bloqueos repentinos de grupos de veinte a cincuenta personas en las entradas de infraestructuras críticas como centros empresariales, terminales logísticos y aeropuertos.
Las manifestaciones y protestas pueden interrumpir las operaciones comerciales de una empresa de varias maneras. Bloqueos de carreteras, ocupación de instalaciones y huelgas pueden dificultar o incluso imposibilitar la entrada y salida de empleados, proveedores y clientes. Estas interrupciones pueden resultar en pérdidas económicas significativas debido a la incapacidad de cumplir con compromisos comerciales y satisfacer la demanda del mercado. También se aumenta el riesgo de daños a la propiedad por vandalismo.
Las organizaciones también pueden enfrentar riesgos significativos para su reputación una manifestación. La forma en que una empresa responde a las preocupaciones planteadas por los manifestantes puede influir en la percepción pública de su compromiso con cuestiones sociales y ambientales.
Las manifestaciones y protestas pueden tener un impacto emocional y psicológico en el personal de una empresa, especialmente si los eventos ocurren cerca de las instalaciones de la empresa o afectan directamente a los empleados. La preocupación por la seguridad personal y la ansiedad relacionada con el riesgo de violencia pueden afectar el bienestar de los empleados y disminuir la moral y la productividad en el lugar de trabajo.
Aunque es imposible prevenir una alteración al orden público y sus amenazas asociadas, las empresas sí pueden implementar varias estrategias para mitigar su impacto.
La organización debe implementar un plan de contingencia cuya prioridad sea el manejo de información confiable y precisa en tiempo y contenido, y que permita el monitoreo y análisis de eventos disruptivos que puedan afectar la operación. Se debe desarrollar un plan de contingencia que incluya protocolos de seguridad y comunicación para responder eficazmente a situaciones de protesta.
-
Las protestas son un caso perfecto para la implementación de soluciones de seguridad basadas en la inteligencia protectora, inteligencia de amenazas e inteligencia de servicios, que permitan a la organización mantener el enfoque en la protección de sus personas, sus operaciones y sus instalaciones y mitigar el impacto de las amenazas en los intereses comerciales en el corto, mediano y largo plazo. Diligencie el formulario y evite contratiempos en su empresa por medio de nuestra consultoría en Inteligencia empresarial.
