Contrariamente a lo que se piensa erróneamente, la inteligencia no es un servicio secreto para espías y sujetos sensibles; más bien, se trata de aprovechar la comprensión para tomar decisiones informadas. El RIC emplea conocimientos y experiencia en la materia, combinados con conocimientos sobre operaciones de seguridad, geografías y otros factores relevantes. Este enfoque da como resultado inteligencia procesable en tiempo real, lo que permite a las organizaciones adaptarse rápidamente a un entorno en constante cambio, manteniéndose a la vanguardia de las tendencias del mercado, los avances tecnológicos y las demandas de los clientes.
Con la rápida evolución del panorama digital y el surgimiento de las redes sociales, los actores de amenazas pueden compartir fácilmente información y datos, pero también pueden utilizarlos indebidamente. Esto subraya la importancia de la inteligencia hoy en día, no sólo para las empresas que buscan mejorar su gestión de riesgos sino también por razones de seguridad personal.
“Existe una percepción común de que la inteligencia es un arte o una ciencia oscuros y que es algo reservado sólo para la policía o las agencias de inteligencia militar. Pero este no es el caso. La inteligencia consiste en comprender y evaluar lo que le importa a usted como organización o como tomador de decisiones. No hay nada secreto en ello”, afirma Michael Evans, director del Centro de Inteligencia de Riesgos (RIC) de Securitas, una función global con sede en el Reino Unido.
El RIC está formado por profesionales de diversos orígenes con diferentes conjuntos de habilidades, incluidos analistas del sector público y privado, con un enfoque en aumentar la diversidad en términos de origen étnico, habilidades lingüísticas y experiencia. Este enfoque permite a la organización acceder a ideas y conocimientos locales específicos de cada mercado, con la visión de establecer equipos que sigan el sol en diferentes zonas horarias.
El RIC recopila y contribuye a la red de inteligencia global dentro de Securitas, que promueve un flujo continuo de intercambio de inteligencia para mejorar la capacidad de mitigar las amenazas de manera efectiva. El RIC recopila datos sin procesar, los procesa para convertirlos en información lista para su explotación, y los analiza e interpreta en inteligencia procesable que puede usarse para mitigar amenazas, anticipar riesgos potenciales y desarrollar estrategias y contramedidas efectivas.
"Ya sea una gran corporación o una pequeña empresa local, puede beneficiarse de la inteligencia. La inteligencia consiste en estar informado sobre lo que está sucediendo y comprender lo que esto significa para su organización, independientemente de si usted es alguien en primera línea o un tomador de decisiones de la alta dirección", afirma Michael Evans, añadiendo que el nivel de riesgo al que se enfrenta una empresa variará y dependerá de diferentes factores.
"Hay ciertos sectores que enfrentan mayores amenazas que otros y requieren un mayor nivel de servicio de nuestra parte. Desafortunadamente, industrias como la aeroespacial, la defensa, las ciencias biológicas y la tecnología tienen más probabilidades de ser atacadas directamente por ciertos actores de amenazas. Mientras que otros sectores pueden no enfrentan el mismo nivel de amenaza, aún deben asegurarse de que no haya interrupciones. Al utilizar servicios de inteligencia, maximizará el impacto y la efectividad de su seguridad y mejorará el retorno de su inversión, independientemente del tamaño, forma, sector o lugar del mundo", afirma Michael Evans.
Inteligencia de riesgo
Contrariamente a lo que se piensa erróneamente, la inteligencia no es un servicio secreto para espías y sujetos sensibles; más bien, se trata de aprovechar la comprensión para tomar decisiones informadas